martes, 5 de julio de 2011

Paul Willis y la resistencia de "Los Colegas"

Fue uno de los primeros investigadores en Europa que, a pesar de mantener bajo un marco de análisis marxista y reproduccionista, plantea una relación dinámica, contradictoria, dialéctica entre la estructura y los actores sociales. Haciendo uso del método etnográfico, integra el concepto de cultura todas las experiencias cotidianas, este autor pudo profundizar sobre las formas en que se dan los procesos de producción y reproducción cultural. Para esto realizo una detallada investigación. En dicha investigación el sociólogo ingles estudio en un grupo no académico, anti escuela, de alumnos provenientes de familias obreras, quienes conforman una pandilla llanada “los colegas”.
El autor señala que en la cultura de los “colegas” se destacan algunos elementos distintivos, como son rechazo al conformismo y oposición a la autoridad y a la institución escolar en general. Ellos critican fuertemente a los chicos obedientes y estudiosos (académicos o “matados”), a quienes despectivamente llama “estatuas” (ya que no se mueven), o también les dicen ear holes, que significa “orejas perforadas” en alusión al ganado que es pasivo. Consideran que estos estudiantes siempre están escuchando atentamente y repitiendo lo que dice el maestro, pero nunca hacen ni crean nada en forma independiente. Y para mostrar su disconformidad con la escuela, los “colegas” tienen un estilo de vida propio, que se expresa bajo la forma de una cultura contra escolar, cuyos rasgos mas destacados son: tener una forma particular de vestir y peinarse, saltarse las clases, no realizar los trabajos escolares, divertirse luchando y diciendo palabrotas, rechazar la competencia individual y optar por una solidaridad de grupo.
El aspecto más interesante del trabajo de Willis es que después de hacer una descripción de la cultura contra escolar de los colegas, este sociólogo la relaciona con la cultura de la fábrica, y encuentra que existen ciertas similitudes, como la masculinidad y la dureza; pero el rasgo que se destaca mas es que en la fabrica también se lucha por otorgar un espacio de control informal sobre el proceso de trabajo. Los grupos informales que resisten a las reglas de la fábrica muestran desprecio hacia los conformistas; además, trabajan más lento y bromean.
Willis llega a la conclusión de que la escuela sigue cumpliendo con su papel reproductor.

Critica.

Muchas veces podemos estar de acuerdo en que la escuela no debe ser manipuladora probablemente rompamos reglas como los “colegas” pero también debemos aprovechar la escuela para y no solamente conformarnos con lo que nos brindan sino que investigar mas acerca de lo que se ve en clase para que así podamos salir del circuito reproduccionista como lo menciona Willis.

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